
A cada comercializador de correos electrónicos le encantaría conocer la receta secreta que lleva sus mensajes directamente a la bandeja de entrada del destinatario previsto. Sin embargo, la mayoría de los comercializadores, especialmente aquellos que llevan un tiempo haciéndolo, saben lo complicado y complicado que puede ser esa tarea.
Fighting Spam
A cada comercializador de correo electrónico le encantaría conocer la fórmula secreta que lleva sus mensajes directamente al inbox del destinatario previsto. Sin embargo, la mayoría de los marketers, especialmente aquellos que llevan un tiempo haciéndolo, saben lo complicado y complicado que puede ser esa tarea.
Los ISPs nos dan algunos de sus ingredientes secretos aquí y allá, pero la mayoría de las herramientas de escaneo y filtrado que usan los ISPs no se comparten públicamente —¡y por una buena razón! ¡Nadie quiere spam en su inbox! Y si los spammers conocieran todos los secretos, podrían sortearlos. Pero para los remitentes legítimos que necesitan enviar un correo electrónico a las personas que han solicitado sus mensajes, a veces puede ser frustrante.
Una de las pistas que Microsoft nos da sobre cómo miden la legitimidad de tu mensaje de correo electrónico está en los encabezados. En los últimos años, han introducido un sistema de calificación que determina cuán spam o phishy creen que es un mensaje, así como la probabilidad de que el remitente genere quejas de spam.
Encabezados de mensajes anti-spam de Microsoft: SCL, PCL y BCL
¿Qué Significan Estas Calificaciones?
¿Entonces qué podemos deducir de estas calificaciones? Si tienes problemas de filtrado de correo basura en alguno de los dominios de Microsoft, revisa tus calificaciones SCL, BCL o PCL. Si alguna de estas es alta, podría ser la causa del filtrado de correo basura. Microsoft no revela los criterios específicos de cómo asignan estas calificaciones, pero observar las calificaciones te permitirá saber qué aspecto de tu envío de correos electrónicos puedes necesitar mejorar para obtener una mejor ubicación en el inbox, ya sea el contenido del mensaje o tus prácticas de envío.